DUNE (2021) Denis Villeneuve


 

Posiblemente sea prematuro hacer una crítica de una película cuyos títulos añaden una “primera parte” como si esta diera paso a una continuación para tener en cuenta un conjunto, pero querría remarcar que la posible segunda parte de Dune todavía no está asegurada, así que a la espera de poder calificar y escribir sobre una hipotética “Dune”, parte 2 que no se ha hecho todavía, me remitiré a comentar lo que he visto de la adaptación de Denis Villeneuve sobre la obra literaria de Frank Herbert, sin perder nunca de vista la película de David Lynch o Alan Smihtee (según se quiera), para analizar y comparar los dos filmes.
Primero. Lo que llama mi atención de esta actual adaptación es su destilada estética, a mi juicio muy poco arriesgada, pareciéndome a algo ya visto en anteriores películas de ciencia ficción, sobre todo teniendo en cuenta que artistas como H.R. Giger, Salvador Dalí o Jodorowky intentaron a base de radicales puntos de vista crear un universo en Dune fuera de lo común distanciándose lo más posible de lo anteriormente visto en el género, consiguiendo la película de David Lynch un novedoso y muy remarcado perfil estético-industrial en los años 80’s, que comparado con el filme de Villeneuve (por muchos efectos digitales que existan actualmente), no supera ni me sorprende en absoluto, dejando claro también, que la actual tiene una impecable y apreciable puesta en escena.
Segundo. La obra de David Lynch fue mutilada en su metraje original, renegando su director de ella, pero aun así a mi parecer es una obra magna de la ciencia ficción, conteniendo una espiritualidad y unas imágenes para reflejar las visiones proféticas del protagonista que perduran en mi recuerdo a base de un hipnótico aspecto de pura ensoñación de la que carece la película actual.
Tercero. El elenco de la película de 2021 es espectacular como también lo fue el de 1984, destacando el protagonista Kyle Mclachlan como impetuoso y valiente heredero de la casa Atreides, siendo Timothée Chalamet el que toma su relevo pareciendo en el rol principal un muchacho empujado por las circunstancias a afrontar un destino para el que no está preparado, ganando por muchos puntos lo que hizo Mclachlan, demostrando en todo momento que sí podía convertirse en el mesías que se profetiza que es en el planeta desértico de Dune.
Cuarto. El punto de vista sobre los malvados Harkonnen acierta con Dave Bautista en el rol de Raban, pero falla en cuanto al concepto que yo tenía sobre el barón Vladimir con su salvajismo, bestialidad y locura, aunque tengo que reconocer que el actor Stellan Skarsgard pone ímpetu en lo que hace.
Quinto, y último punto. La película Dune de 2021 con Dennis Villeneuve al mando hace que todavía sienta más apego todavía a la de 1984, y a la espera de poder ver algún día cercano su conclusión , insisto, con la no rodada ni preparada “Dune” capítulo 2, tengo que calificar al presente filme como decepcionante blockbuster que quizá guste a quien no conozca la película anterior de David Lynch que recomiendo al espectador que vea sin falta, y así poder comparar y apreciar lo que comento.
Únicamente tomando como ejemplo (de muchos otros que se me ocurren) las escenas de la caja del dolor, uno se da cuenta de porqué la película del director de “El hombre elefante” y “Una historia verdadera” supera en todos los conceptos a la del director de “Prisioners” y “Blade Runner 2049”, que hasta que no acabe con su segundo capítulo me niego a valorar positivamente de manera abultada, aun que sí de apreciable película que habría que ver en pantalla grande.
Ojalá me equivoque y la continuación me deje perplejo, aunque lo dudo…
Repito: EN MI OPINIÓN DECEPCIONANTE.

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