ROBOCOP: EL HOMBRE PROTÉSICO
Con la cantidad de fallidos remakes que abundan actualmente en Hollywood tengo que reconocer que este Robocop no está nada mal. Con un noticiario a modo de introducción en el que Samuel L. Jackon con un ridículo peluquín hace de presentador de un programa que muestra la tecnología de la macrocorporación O.C.P. se da comienzo al Robocop 2014. La presente película ofrece una visión futura (o no tanto) en la que para acabar con el terrorismo suicida y cualquier conflicto internacional evitando bajas humanas se utiliza la última tecnología armamentística ofrecida por Omnicorp y sus robots que eliminan el factor humano que curiosamente observamos no son del todo efectivos ante la inmolación de algunos fanáticos destruyendo algunos droides y máquinas de combate. Omnicorp busca desesperadamente la manera de introducir su negocio de la robótica para fomentar en EEUU la pacificación urbana a base de tecnología, no contando con el apoyo de la mayoría de la sociedad dada la dudosa confianza que se deposita en las máquinas para la lucha contra el crimen en las calles. Con una estrategia para que el ciudadano confíe en la tecnología para su propia seguridad el magnate de O.C.P. (un recuperado Michael Keaton) se hará con los servicios de un experto doctor en prótesis robóticas (Gary Oldman) para introducir al agente de policía abatido y horriblemente mutilado Alex Murphy (Joel Kinnaman) en el proyecto de policía-máquina-humano, Robocop. El director brasileño José Padilha después de demostrar su manera de hacer cine de acción con Tropa de élite es el elegido para hacer recordar en este 2014 al film de Paul Verhoeven con su Robocop del 1987. La violencia bizarra y desatada con cierta crítica social de entonces es limada y erosionada en el actual Robocop con una tecnología de efectos especiales de calidad en una película que convierte las sensaciones que era capaz de crear Peter Weller con una pesada armadura de 20 kilos utilizando la habilidad del mimo para imitar los movimientos de una máquina con aspecto humano creada por el genio de los efectos Rob Bottin en lo que parece ser un hombre protésico con traje, que hace del Alex Murphy interpretado por Joel Kinnaman una mejor muestra infográfica pero que no araña el conflicto interior que sentía su personaje con la intesidad de su antecesor siendo aquí Murphy-Robocop menos contundente que en la película del 87. Por otra parte el traje negro que luce Kinnaman no me satisface ni añade nada nuevo, aunque admito que el momento en que se ve al agente Murphy como trozo de carne desprovisto de sus prótesis mecánicas de última tecnología me resultó muy chocante y llamativo (solo cabeza, su caja torácica con sus pulmones en movimiento y una única mano como parte humana). En el Robocop de 2014 la lucha interior entre el ser humano contra el programa informático que se le ha introducido es equilibrado con los esfuerzos del doctor que interpreta Gary Oldman con una actuación que recuerda a su comisario Gordon del Caballero oscuro a base de cordialidad, sensibilidad y simpatía hacia el Robot policía con su lado humano aquí mediatizado por la mecánica que lo invade para evitar ser padre de familia y hombre. Esta película en cierto modo habla de las grandes empresas que quieren controlar ciudades y gobiernos enteros vendiendo armamento y tecnología (los drones actuales sirven de ejemplo) con el único objetivo de amansar grandes catidades de dinero sin tener en cuenta la voluntad y la sensibilidad humana para intentar acabar con cualquier tipo de conflicto bélico. Parece que el esfuerzo por hacer revivir el cine de los 80's en Hollywood con su torpe manera de manipular clásicos a base de más efectos especiales sin tener en cuenta el alma de los films que todos recordamos no hace sino malinterpretar y hacer un flaco favor a las piezas de culto en las que se han convertido y que no deberían tocarse más. El Robocop presente en cuanto a calidad con buenos efectos especiales y un estupendo reparto (Keaton, Oldman, Samuel L. Jackson, Jackie Earle Haley) se despunta un poco por encima de esta triste moda de resetear clásicos pero no le llega al auténtico Robocop de Verhoeven ni a la suela del zapato, en este caso protésico. Me quedo con momentos como en los que se escuchan fragmentos musicales del film original que compuso el desaparecido genio musical Basil Poledouris, la aparición del E.D. 209 y claro, si me tengo que quedar con una versión de las distintas armaduras del policía robot me quedo con la plateada...El negro no le queda bien.
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