LOS PELIGROSOS AVANCES DEL HOMBRE CIVILIZADO
Mary Shelley supo trasladar en su moderno prometeo las inquietudes heliocéntricas y las ganas de revolucionar el pensamiento del hombre de principios del siglo diecinueve a través de la ciencia y el concepto de romper con el orden natural preestablecido por la iglesia y los pensadores del momento con su novela Frankenstein. Kenneth Branagh con el apadrinamiento y la estética de Coppola y su Drácula adaptó al cine con ganas y empeño a la "bestia" y su creador guardándose para él el papel del segundo para ofrecer a un intenso e irreconocible Robert De Niro la interpretación del experimento que cobra vida. El film con una estética gótico-romántica y una narrativa cercana a la obsesión de Branagh por su Shakespeare despliega todo un ideal para denunciar los peligros y rupturas con el orden natural por parte del hombre actual y su inútil búsqueda de equipararse a Dios. La quimera y experimentación de hoy en día con células madre, la clonación y el avance en los trasplantes de órganos son un perfecto ejemplo de que nuestro conocimiento puede salvarnos, pero ése conocimiento, todas las innovaciones científicas y la tecnología si no respetan la naturaleza desafiando la moral pueden llevarnos a crear un Frankenstein que nos destruya... El Frankenstein de De Niro/Branagh/Coppola contiene escenas interesantes como las secuencias de la creación de la subcriatura y posterior escape, el dolor del científico por recuperar a los seres queridos, la búsqueda incesante de Víctor Frankenstein con la ayuda e inspiración del personaje de John Cleese tan interesado como él en captar la esencia del ser humano para prolongar y crear vida....
Pero sobre todas la que personalmente clava mi interés y fascinación por la película es la conversación en el glaciar entre criatura y creador...-¿Qué soy..?,¿Tengo Alma..?¿De dónde vengo?.¿De qué/quién estoy compuesto?-. El monólogo de De Niro plasma la necesidad de todo ser humano (aún no siéndolo) en ser amado, en el desprecio por el rechazo, en la obsesión por la belleza y discriminación de la fealdad desde el desconocimiento, en la búsqueda de un Dios que no ama a su creación y en la omisión a sus peticiones. -Siento un amor tan grande que no entenderías y un odio tan enorme que no podrías ni imaginar, sino puedo satisfacer el uno..Daré rienda suelta al otro-. Estas profundas palabras concentran el deseo de todo ser vivo.. La moraleja para un Aidan Quinn buscador de gloria y conquistador viajero de la antártida y oyente de esta aterradora historia es que, no se debe arriesgar la vida propia y la de los demás con la finalidad de que nuestro nombre prevalezca en los libros de historia y que la ciencia sin duda nos ayuda a avanzar pero teniendo cuidado con nuestro ego humano por obtener el conocimiento que, quizás también pueda destruirnos. Un peligroso conocimiento que puede llevarnos como a Víctor Frankenstein a una creación de algo desconocido que nos supere en todos los conceptos y que nos arrastre irremediablemente a la autodestrucción...
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