SCHWARZENEGGER EN BUSCA DE TURBOMAN
Llegan las épocas navideñas, con ellas las fiebres por acudir en masa a los centros comerciales y a las jugueterías para comprar los juguetes estrella. A modo de pequeña denuncia consumista en Navidad bajo una comedia familar simpática, nos llegó en el año 1996 un agradable film en el que Howard Langston (Arnold Schwarzenegger), volvió a adentrarse en el arriesgado mundo de hacer reír con su aspecto de armario de tres cuerpos, a través un hombre de negocios que desatiende a su familia, en especial a su pequeño Jake Lloyd, del que se volverá a hablar el presente año debido seguramente a "El despertar de la fuerza", ya que fue Anakin Skywalker, futuro Darth Vader, que aquí anhela el juguete que todo el mundo compra y está de moda estas navidades: El Juguete "Turboman".
Langston-Schwarzenegger tendrá que soportar una auténtica odisea para conseguir el tan ansiado muñequito,
puesto que se agotó y tiene poco tiempo para comprarlo debido a que es la noche de Navidad y en ningún establecimiento queda ningún "Turboman". Arnold apoyándose en la comedia física
logrará superponerse a todas las adversidades en forma de: 1.Cartero perturbado siendo su némesis (el actor Sinbad), 2.Un astilloso agente de policía que está siempre en el lugar equivocado en el
momento justo (Robert Conrad), 3.Un fastidioso metomentodo con las facciones del vecino pesado por antonomasia que es Phil Hartman (la voz del Flanders de "Los Simpson"). 4.Un Santa Claus
embaucador y mentiroso (James Belushi), con quien el monumento de Austria ya trabajó en "Danko: Calor Rojo (1988)", haciendo aquí de
contrabandista de juguetes con toda su "troupe mafiosa", cargada de duendes disfrazados, con los que nuestro Arnold tendrá que soltar algún mamporro, añadiendo demás problemas que le salen
al paso, creando situaciones tan cómicas como alocadas (la persecución de "Arnie" detrás de la bolita-sorteo es muy graciosa).
Escribir comentario