"Poli de Guardería". Ivan Reitman. 1990.

Después de 25 años del estreno del film dirigido por Ivan Reitman, me atrevería a decir que, después de "Los gemelos golpean dos veces (1988)" y "Mentiras Arriesgadas (1994)", "Poli de Guardería" es la mejor comedia de Arnold. Dicho esto señores, reitero el volcado y meritorio afán de "Arnie" de provocar las risas del espectador, mediante a mi juicio, una pionera forma de mezclar la acción con la comedia, y que después sería copiada por Stallone con fallidos intentos, y Vin Diesel con su simplona e intrascendental "Canguro Superduro (2005)". A no ser que alguien me lleve la contraria, creo firmemente en que nadie en su sano juicio por aquella época en la que el actor de Terminator mandaba en la taquilla, hubiera arriesgado tanto como lo hizo Schwarzenegger para apostar (y ganar) con la comedia siendo un héroe de acción. Lo que pasó con "Twins" es que el público aceptó y apoyó el esfuerzo del Arnold cómico. De este modo, después de "Los gemelos golpean dos veces". Schwarzy volvió con "Poli de guardería", un duro y bestia detective de frases lapidarias y contundencia aplastante metido a maestro de guardería, provocando las graciosas situaciones a las que le someten estos mocosos entrañables. Unos niños de jardín de infancia que obligarán a desquiciarse en más de una ocasión a nuestro héroe de acción.

Todos estos "mocosos" manifiestan con sus pequeñas locuras infantiles, más peligro y desasosiego para Schwarzenegger que cualquier maleante de turno. John Kimble-Schwarzenegger como policía tendrá que buscar a la ex-esposa de un narcotraficante (Penelope Ann Miller) antes de que el peligroso criminal (Richard Tyson) la encuentre a ella y al hijo de ambos, pasando por ser un simple maestro de escuela de incógnito. El tipo rocoso de rudas maneras como agente de la ley en las calles, deteniendo a pandilleros y criminales, ahora tendrá que proteger y salvar a la dama en apuros del malvado de turno, acompañado éste de su pérfida y villana mamá (Carroll Baker). Una película familiar estupenda de la que seguro Reitman se sentirá tan orgulloso como de sus Cazafantasmas, y que hacen que el duro gane al malo junto a su "extraña" compañera Pamela Reed, que avisará a Kimble dada su experiencia anterior en la docencia antes de ser policía, de "los peligros" que entrañan los niños para volverle loco si es que no es capaz de mostrarles entereza.