-Bienvenidos a Jurassic Park-. La frase de John Hammond (Richard Attenborough), todavía resuena en mi cabeza cuando entro a ver "Jurassic World"... Pero las cosas han
cambiado. Yo ahora tengo 35 años. Cuando vi el primer film de Spielberg, tenía 13, y ya no tengo la ilusión del niño que fui al contemplar los efectos digitales que en su tiempo eran pioneros
para crear a las majestuosas criaturas prehistóricas. El público que me rodea ya no inunda los cines como antes, creando ese ambiente mágico que era capaz de envolver a una película icónica. Se
me erizan los vellos de los brazos al escuchar la música emocionante de John Williams (aquí reversionada por Michael Giacchino), pero la sensibilidad que me inunda es efímera. La
película de Colin Trevorrow sigue la máxime de más grande, más colmillos, más garras, más tecnología, pero más, no siempre es mejor, así que los pequeños destellos de entusiasmo que me
invaden, no son más que un mero espejismo de nostalgia sentimental. La historia original de Michael Crichton del año 93, vuelve a repetirse en el 2015, pero todo inflamado con
anabolizantes digitales (parte esencial de la historia), dejando las emociones de la pionera película del rey midas de Hollywood bajo mínimos. Aquí los niños (otra parte primordial en la
saga), no tienen la capacidad de llamar la atención del espectador, dos hermanos, uno adolescente rebelde y ligón y el otro, un listillo llorón mocoso, serán los conductores de la historia en un
nuevo parque de dinosaurios, al parecer con más medidas de seguridad, más innovador...
Pero igual de inútil ante la amenaza de la genética descontrolada introducida en los gigantescos animales, desencadenando la tragedia, un mostruo modificado llamado Indominus Rex, una
máquina de matar con fines comerciales de atracción de circo. De este modo los errores del pasado vuelven a repetirse, solo que esta vez la amenaza es mayor, los dinosaurios son más y los
inocentes usuarios del parque, son en mayor número. El actor Chris Pratt ("Guardianes de la Galaxia (2014)") me convence como aventurero domador de Velociraptores, en cambio Bryce Dallas
Howard, que por cierto ya había participado en más franquicias como "Spiderman 3 (2007)" y "Terminator Salvation (2009)", me resulta estirada y algo patética. La tensión y el
asombro de "Jurassic World" comparado con la anterior película de hace ahora 22 años, no llega a las cotas necesarias a mi juicio para dar una buena nota a esta cuarta parte de la
franquicia, aunque supere a la parte 3 y la 2. El presente film de 2015, entusiasmará al gran público (poco exigente), pero ni al niño que fui, ni al adulto que soy ahora, le satisface del todo
este "Retroblockbuster", que coloco por debajo de otros que intentan reformular pasados éxitos tales como "Mad Max: Fury Road (2015)", que posiciono
como número uno en calidad, "Terminator
Génesis (2015)", como número dos, luego vendría "Jurassic World", y por último "Misión Imposible: Nación secreta".
La película de Colin Trevorrow se ha colocado, de una manera totalmente inesperada e inexplicable para mí, como la tercera película más taquillera de toda la historia, solo superada
por "Avatar (2009)" y "Titanic (1997)", recaudando más de 1.600 millones de dólares. Steven Spielberg puede sentirse orgulloso por ser el padrino y productor del filme,
aunque no tanto por su terminado cualitativo. Pero la cualidad en muchas ocasiones está en detrimento en cuanto a la cantidad, y de cantidad "Jurassic World" anda sobrada. Echo de menos
épocas pasadas (los años 80's y 90's), y técnicos y cineastas de antaño (Spielberg, Stan Winston, Dennis Mauren... ), que hacían soñar con una combinación entre buenas historias
acompañadas de las técnicas necesarias para representarlas con brío y estilo. Las razones del éxito a veces son misteriosas, y todavía no entiendo cómo "Jurassic World" ha acabado en este
pedestal exageradísimo de dólares. Merecía menos, pero su abultada cartera ya ha hecho que la maquinaria de Hollywood se haya puesto en marcha para ver más dinosaurios, en más ocasiones...Al
final, garras más grandes, más dientes y rugidos más ensordecedores, aunque con mucho menos carisma que la original, han dado ...Solo más dinero.
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