Si la memoria no me falla es la tercera vez que veo llorar a Arnold Schwarzenegger en pantalla, tras la horripilante "Batman y Robin (1997)" (con lágrimas digitales) y la mejorable
"Daño Colateral (2002)", es en "Maggie" en donde veo a un Arnold frágil. El debutante Henry Hobson desvela a un Schwarzenegger vulnerable, que tiene que soportar uno de los mayores
sufrimientos por los que debe pasar un padre, al ver a su hija, contagiada, enferma, dolorida, pudriéndose, transformada...en un muerto viviente. De una manera triste, apagada, gris, mediante la
visión de amaneceres y crepúsculos se nos plantea un mundo desolado, en el que un padre hará lo necesario por mantener a su hija cerca, protegida, cuidada, aún sabiendo el destino que le
espera... "Maggie" realiza una extrapolación de la Eutanasia, de un modo austero, directo visceral, melancólico, duro... Paulatinamente el vástago al que hay que cuidar en sus últimos
momentos, es la amenaza que pone en riesgo la vida de su padre, y la de todos los que le rodean. La cuarentena que pone de manifiesto la progresiva seguridad general, se convierte aquí en una
medida que infringe la sensibilidad familiar, sometiendo tanto a padre como a hija en un dilema desolador, que llevará al fatalismo de una manera tierna, volcada en el apego paterno, rompiendo
las barreras del tormento, a través de la compresión, la delicadeza y el cariño...
Schwarzenegger sorprendentemente se ha involucrado en un cine independiente, que le coloca en un lugar completamente distinto al que tiene acostumbrado al gran público, con un film
intimista, de profundo calado sentimental y que la crítica ha sabido apreciar dado el esfuerzo por el cambio, por un alejamiento de las grandes producciones, y una aproximación a un amasijo de
géneros que, antaño aparentemente con caminantes muertos de por medio, y con un mayor presupuesto hubiera dado algo muy distinto a "Maggie", que es una mezcla satisfactoria de
melodrama, terror y fragilidad familiar... 2015 está siendo un gran año para el roble de Austria, dado que "Terminator Génesis (2015)" después de su estreno en China,
se ha convertido en la segunda película más taquillera de su carrera, y que tras tras la plausible actuación en "Maggie" (que tendrá cobertura en el festival de cine fantástico de Sitges),
le dejan en un gran lugar para mostrar de qué pasta está hecho, tanto para el entretenimiento como para el drama más apreciable. Como siempre dice: -Volverá-.
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