Decía el Joker de Jack Nicholson en el filme Batman : -Yo hago arte cuando alguien muere, soy el mayor artista homicida que el mundo ha visto jamás-. Y de alguna manera mientras transcurría la película de Lars Von Trier, la frase de Joker tomaba cada vez más sentido al ver al protagonista de "La casa de Jack", un Matt Dillon brutal que se puede considerar un puzzle hecho de piezas de diversos asesinos en serie tales como Ted Bundy, Ed Gein, el Francis Dollarhyde de "El dragón rojo" o si me apuran, el mismísimo Hannibal Lecter.
Las declaraciones de Von Trier en el festival de Cannes hace unos años al decir que entendía como ser humano a Hitler, le provocaron censura y una cantidad de problemas enormes hasta tal punto de ser repudiado en algunos círculos cinematográficos, siendo quizá esta película una especie de intento de redención, dando una explicación del porqué de dichas desafortunadas palabras, entendiendo que al ser Hitler rechazado para estudiar bellas artes, dio rienda suelta a su venganza y "a su incomprendida capacidad artística" creando el holocausto judío a través de la equivocadísima idea de la raza aria y desafiando a todo el mundo a través de la segunda guerra mundial.
Aquí Jack bien puede compararse a Hitler, siendo un ingeniero que al ser incapaz de plasmar arte en la arquitectura de su propia casa, da rienda suelta a su locura cometiendo los más retorcidos asesinatos con la justificación artística como expresión a su nulidad para crear.
A su vez el filme de Lars Von Trier le sirve para hablar no solo de arte, sino de la historia del mismo, sirviendo de ejemplo la asombrosa explicación del paso del románico al gótico, de su visión del sinsentido que rodea al ser humano que avanza con una dudosa civilización, de la frustración al no poder reflejar el particular punto de vista sobre el arte que cada uno lleva dentro, entre otros temas tales como la música ,la fotografía, la maduración del vino, la moralidad, y un sinfín de temas más que el cineasta lanza de sopetón, en una película de más de dos horas y media, en las que las disquisiciones de este psicópata son tomadas como si las dijera el propio director danés.
" La casa de Jack" es pues, un descenso a los infiernos de un asesino en serie que se hace llamar a sí mismo" el señor sofisticado", que será guiado cual Caronte de la mitología griega por un estupendo y amoral Bruno Ganz , quién mejor para guiar a este psicópata que, el que fue el Hitler de "El hundimiento", siendo el interlocutor de un depravado que le contará 5 de sus asesinatos, a cada cual más desasosegante y desagradable que el anterior.
Me quedo en esta película con escenas tales como el asesinato del personaje de Uma Thurman, el recuerdo infantil con los segadores y la pata del patito cercenada, la recreación de la imposibilidad de la felicidad viendo los campos Elíseos desde el infierno, además de por supuesto, esa depravada creación de arquitectura con cuerpos humanos que me hace recordar a otro monstruo que disfrutaba con "la arquitectura muerta", el Creeper de "Jeepers Creepers", de ahí que quizá Trier diga que esta es su película más comercial.
En fin, demencial y provocativa….