El presente (y horrible) año de 2020 he tenido la suerte de poder publicar un libro titulado “2”, un libro de secuelas, en el que indago desde la primera segunda parte de la historia del cine, pasando por distintas épocas hasta nuestros días, con secuelas que superaron, igualaron o que de alguna manera estuvieron a la altura de su predecesora, obviamente Wonder woman 2 no entra en ninguna de estas categorías.
Viendo Wonder woman 1984, mi opinión no podía ser más desfavorable. Madre mía, qué horror…me explicaré.
Veréis, creo que a la directora Patty Jenkins, se la ha subido el pavo (ego), con el fenómeno feminista (que no cinematográfico), que generó con la heroína de D.C. cómics, y en Wonder woman 2 se tira de toneladas de absurdo e inocente inaptitud, que me provoca vergüenza ajena, con un principio con unos atracadores estúpidos que perfectamente podían haberse sacado de una parodia de Leslie Nielsen, y la aparición de la heroína pateando un coche para evitar un atropello a una corredora de footing y salvando a una recién casada con su vestido de novia de caer por un puente.
A partir de aquí la trama gira en torno a… ¡¡una piedra de los deseos!!…Jesús, María y José ¿en serio? ¿no había más posibilidades? Y claro, exceptuando a Gal Gadot, todo lo demás queda a la altura de las más absoluta de las descomposiciones estomacales arrojadas a un váter público.
Aquí surge una villana gafosa en un principio torpe e impopular, reconvertida cual genio de la lámpara en una top model superpoderosa, que me retrotrae a esa patética Poison Ivy interpretada por Uma Thurman en Batman y Robin hace más de 20 años, y luego está Pedro Pascal emulando al Lex Luthor de Superman, que con sus poses de falso rico y presentador de televisión de poca monta atrapa el film de terror Wishmaster, y hace que este parezca una obra maestra, con un genio de la lámpara, o en este caso piedra de los deseos, que crea un desastre mundial a finales de la guerra fría, con la crisis del petróleo y las armas nucleares para darle un inútil empaque intelectual al film.
Considero (hablando de segundas partes) que películas como Gremlins 2 o Los inmortales 2 nunca debieran haberse creado, y Wonder woman 2 pertenece a los despropósitos comentados aquí. La época en la que está ubicada la película queda desaprovechada, el simpático aire de la primera parte se disipa por completo, los villanos son de chiste, la trama de pura parodia, el romanticismo aquí es inútil con la aparición del actor Chris Pine, que cual Lois Lane en Superman 2 hace que el hombre de acero, en este caso la heroína mitológica, pierda sus poderes …
Y para terminar diré que, cuando una película logra sumirte en su espectáculo de divertimento y llega hasta el difícil alcance de la inspiración hacia el espectador, puede (y debe) servir de discurso moral para aquel que está disfrutando de lo que se le ofrece, pero que en films como la segunda parte de la película de Patty Jenkins, siendo bochornoso, nada original y patético, realizar un alegato sobre la paz mundial y los valores del ser humano, es como cuando en el certamen de Miss Universo la ganadora habla sobre la armonía generalizada.
Aquí no hay empoderamiento femenino, ni nostalgia por los ochenta, ni inspiración superheróica, ni nada salvable para el disfrute palomitero que es lo que debería haber sido este Wonder woman 1984, lástima y pena por la actriz protagonista que es lo único salvable en una amalgama de tristes topicazos intentando emular sin conseguirlo a un Superman femenino. Nota final: Por favor que alguien le ponga de nuevo a Pedro Pascal el casco de mandaloriano para no verle más la cara.