Si existe una constante en la franquicia de “Halloween”, es sin duda siempre el regreso de Michael Myers, y en “Halloween Kills” Myers cual ave Fénix vuelve a resurgir de las cenizas de la anterior entrega como efigie en llamas de ira y destrucción, matando y acabando con todo ser humano que se tope con él de una manera brutal y sádica.
Myers aquí respondiendo a los posibles ofendidos por doquier en esta época de generación de cristal, matará no solo a desvalidas niñeras, sino a parejas interraciales, matrimonios de raza negra e incluso a gays…solo le ha faltado acabar con lesbianas y algún transexual para cerrar el círculo de posibles aludidos (es posible que lo haga en la siguiente entrega).
Pero dejando aparte a los quejosos que abordan la actualidad, el hombre del saco ideado por John Carpenter en 1978 sigue aquí después de más de una decena de películas y 40 años de historia, en la que la anterior Halloween de 2018, vio cómo se convertía en la cinta de terror más taquillera de la historia, continuando en “Halloween Kills” el legado del primer film, a la vez que renueva lo ya contado, volviendo al pasado al mismo tiempo que sigue narrando los acontecimientos de la anterior entrega con la sorpresa de encontrarnos a personajes de la primera película 40 años después, dando un giro importante a lo sucedido.
Lo curioso es que “Halloween Kills” también podía haberse rebautizado como “Sanguinario”, igual que el título que se le dio en España a la secuela paralela a esta del año 1981, debido a que Myers se muestra aquí más brutal que nunca, cercenando vidas, desgarrando, apuñalando y machacando almas en un espectáculo grotesco de casquería, repleta de vísceras y cerebros ultrajados.
Laurie Strode (Jamie Lee Curtis) por su parte lo único que puede hacer en esta continuación es mantenerse convaleciente en el hospital de Haddonfield, Illinois, Estados Unidos, siendo testigo de lo que ocurre a su alrededor, viendo cómo el reguero de muertos provocado por Michael, es el incentivo para que una jauría humana por encima de la ley, quiera la cabeza del demonio asesino a cualquier precio, en una especie de linchamiento que hace referencia directa a la cultura violenta sembrada en la América profunda, cargada de ira desenfrenada, predicadores radicales que mueven masas y ciudadanos educados en la ley del Talión que, cegados por su concepción de falta de justicia actuarán a su manera acabando con inocentes, a puro de odio descontrolado y sobra de armas de fuego en sus sucias manos.
El mal es representado por Michael Myers, pero cuidado, hay cosas peores…y “Halloween Kills” certifica que la ira por encima de la ley de todo un pueblo resentido puede ser tan destructiva o más, que el asesino de la máscara blanca y el cuchillo de cocina.
Esta película escupe a un Michael Myers más brutal que nunca cuya lógica es que…no tiene lógica, mata por matar, y que al parecer en la posterior entrega que se titulará “Halloween Ends”, encontrará una explicación, que yo como espectador esperaré con ansia, aunque a mi parecer las motivaciones de “la forma” ideada por John Carpenter no necesitan razones para matar, puesto que es la representación del mal absoluto, el libertinaje de la violencia, y la encarnación perfecta del sinsentido asesino.