Una vez visionada The Flash tengo que considerarla como un collage de imágenes y franquicias de superhéroes de D.C. El entretenimiento, la diversión, algo de drama y por supuesto mucha acción son el difícil cocktail que ha ofrecido el director argentino en el complejo proceso tanto creativo como comercial de llevar las aventuras de Barry Allen a buen puerto.
El corredor escarlata en su versión cinematográfica en solitario basándose libremente en el cómic Flashpoint se convierte en un pasable espectáculo, con aciertos como traer de nuevo al Batman del 89 con un Michael Keaton inspirado, y la aparición de una efectiva Supergirl, junto a cameos sorprendentes e interesantes y también con fallos, como unos mejorables efectos especiales en algunas escenas, además de un tercer acto errático..
Flash es a mi juicio una irregular pero pasable película que da carpetazo al universo Snyder y a su liga de la justicia a la vez que homenajea a Tim Burton, con su añejo Batman dando un espectáculo que me hace volver a un pasado con multitud de vallas publicitarias y carteles con el signo ovalado y dorado de Batman por todas partes, y que cuya segunda parte "Batman Returns" logré ver en el cine al aire libre veraniego de mi ciudad natal de Corella (Navarra) dejando un maravilloso recuerdo que he podido rememorar con entusiasmo.
Ezra Miller con su Flash no impresiona pero cumple con su cometido, arrastrando un personaje con diversas facetas (resaltando la cómica), y al que por ponerle alguna pega hubiera deseado un nivel dramático mayor para equipararse a la tragedia del Keaton de Batman.
"Soy Batman", sin lugar a dudas las escenas de Michel Keaton son épicas, y ojo, el cameo final me resultó TOTALMENTE INESPERADO.