Tom Cruise ya es el rey del blockbuster, por méritos propios, por arrojo, por fuerza y madurez interpretativa.
En Sentencia Mortal el Ethan Hunt de Cruise cumple con la máxima del más difícil todavía y todavía hay más con un ritmo abrumadoramente endiablado que te deja sin respiro, literalmente pegándote a la butaca y sin dejar de prestar atención a todas las proezas de un actor que ya no tiene miedo de jugársela para regalar al público un espectáculo con mayúsculas.
Secuencias como las del aeropuerto en Abu Dabi, el viaje en el Orient Express y la persecución en Roma con el mini amarillo hacen palidecer a la majestuosa Ronin de Frankenheimmer (con la que veo tiene mucho en común).
Todo el elenco de la película favorece al film de Christopher McQuarre que, junto a Cruise forma un tándem demoledor, si ya habían facturado la mejor película de la serie Misión Imposible con Fall Out ahora es esta la que se corona a mi juicio como la mejor, superando a la anterior sin ninguna duda, lo que me hace pensar en que en la siguiente (ya que estamos en la parte uno), el segundo capítulo puede que triunfe de nuevo, dejando al espectador sin respiro, y a mi juicio agradecido por tanta diversión y entretenimiento como es el caso de esta Sentencia Mortal espléndida.
De la inteligencia artificial que presenta esta Misión Imposible se traduce un desafío inimaginable aplicable al peligroso mundo de la tecnología actual con consecuencias que todavía desconocemos, y un poder demasiado grande que pone en peligro a toda la humanidad con esa llave que todo el mundo codicia y que convierte a Ethan Hunt en el objetivo de todo y todos, colocando a este en una encrucijada que hace peligrar la vida de su querido grupo de amigos.
Pura adrenalina, pura diversión, espectacular y grandiosa...y todavía queda la parte dos.
Como dijo Spielberg después de ver Top Gun Maverick, Cruise ha salvado el cine de Hollywood OTRA VEZ.